STS 1104/2000, 25 de Noviembre de 2000

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Resumen


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Frases clave


los vicios de consentimiento alegado resultaron huérfanos de toda prueba, al tratarse de efectivos vicios de voluntad, lo que resulta del todo necesario para decidir su concurrencia y estimación, pues la voluntad se presume libre, consciente y espontáneamente manifestada, representando una presunción "iuris tantum" de la validez del contrato, que puede destruirse mediante la correspondiente prueba

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Extracto


STS 1104/2000, 25 de Noviembre de 2000

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